Déjame recorrer el vasto
valle
de tu cuerpo desnudo
sembrar de mariposas
la cima de tu encuentro.
En la zona “V" del universo,
que habita en ti,
déjame encender la llama
de mis deseos,
déjame deambular
entre los rincones,
aquellos que
escondes
un manantial donde bañare,
ese volcán lascivo
que duerme en las noches
de mi cama desierta.
Te amaré sin ataduras ni perjuicios,
sin censura como un vampiro,
bebiendo tus gemidos y delirios.
|