SI TE DICEN QUE CAÍ
No descartes que llegue a dormir
en camas de cartones,
en albergues municipales.
-torres más altas cayeron-.
Porque ya se sabe que la suerte
es una novia caprichosa
que hoy camina enamorada
colgada de tu brazo, y mañana
quizás no recuerde ni tu nombre.
Tampoco descartes que
en mi posible desgracia
vagabundee en compañía
de un fiel perro callejero.
A ese perro le llamaré poesía.
Y puedo asegurarte
que a ese animal nadie
-repito nadie-,
nadie le pondrá collar.
TRANSPARENTE
Con fuerza, casi con desesperación,
me agarré al istmo que me separaba de ti
-tú continente, yo pequeña península-.
Ahora, no te extrañes si pasas
a través de mí cuando te cruzas conmigo
-hace tiempo que soy transparente
Después de todo, a mi también me mataron
aquel diciembre en Wounded Knee.
.
|
|