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La espesura del monte adolescente
pasó a ser la delicia de los labios
con un martini,
hasta llegar al integral de las barbis
-ya divorciada-
Descendiendo el láser o la cera caliente,
como de un volcán derramada,
por tus ingles brasileñas.
Y así, ya sin una cana,
contaste a tus amigas el placer
que proporciona el sexo oral
Sin pelitos en la lengua.
Un día será una mariposa
o un corazón y una flecha
con que indiques la dirección del cristal swarovski
de tu clítoris.
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