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Siempre soñé
con inspirarte
bellos versos de amor.
En cambio, como Neruda,
soy yo la que podría escribir
los versos más tristes esta noche.
Versos oscuros
ocultos detrás aquella puerta
cerrada de un golpe.
Siempre soñé con inspirarte
bellos versos de amor,
de esos que se susurran en el límite
de la comisura de los labios,
y se respiran como el aire.
Esta noche
soy yo quien escribo este poema
en la ausencia de esos versos
ya imposibles.
No soy Pablo Neruda, lo sé,
pero estos sí son los versos
más tristes que nunca he escrito.
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