Dedicado
a los Quijotes que recorren los caminos del sol,
A las lanzas que se alzan en son de la verdad hecha canción,
A los millones de corazones que con Dulcineas y amapolas
Encienden el fuego de la pasión.
Dedicado
a los que luchan contra gigantes que pretenden destruir
una ilusión,
A los que cabalgan sin descanso en busca de su flor,
A todas las almas que acarician la noche con su calor,
A los sueños que día a día consiguen
aflorar incluso a través del temor.
Dedicado
a los que piensan que el mundo puede ser mejor,
A los que con un espejo cada mañana reflejan su corazón,
A los que cantan aun en el tormento de no poder cantar a
viva voz,
A los que sin desearlo siquiera son caballeros andantes
de un castillo marrón.
Dedicado
a los guerreros de su propia voz,
A los valientes luchadores que con una lanza y una armadura,
Pelean por su convicción,
Por un mañana sin ira, sin odio y sin rencor.
Dedicado
a quienes en su mundo de soledad y desamor,
Aun tienen la fortaleza de levantarse y caminar rumbo al
sol,
Dedicado a los que miran a través del dolor,
Con la inocencia de seres mágicos entre humanos presos
del temor.
Dedicado
a los valientes que montados en Rocinantes,
Conquistan reinos de girasoles en los que brilla el perdón
Dedicado a los Quijotes que pintan el mundo de color,
A los Sanchos que fieles les acompañan con devoción.
Dedicado
a los caballeros andantes de ese castillo marrón...