¹
Estos
se refiere a los niños (púberes o adolecentes)
que impregnan con orina los árboles, o los vagones
del Metropolitano, los rincones donde uno busca a veces tomar
un descanso bajo la sombra; se refiere a los
abandonados
de la ciudad, adoptados por los pobres y los seres sin
almaX,
y que buscan reafirmarse con una navaja para raer cristales,
o las butacas de curules en la Palestra.
X La diferencia entre el bruto y el hombre,
en palabras de Ermilio Abreu Gómez, es: “Unos
dicen que el alma. Pero esto es parecer de los orgullosos.
Otros dicen que la razón. Pero ésta es creencia
de los filósofos. Diré que más creo
en otra diferencia: La diferencia que más separa
al hombre del bruto es la facultad que tiene el primero
para reprimir y matar su apetito”.
²
Lo ajeno dentro de términos
existenciales, responde al concepto de
esencia prestada:
réplica de un modelo para guarecer el (sin) sentido
de la existencia. La realidad es ajena cuando no has participado
en la creación de ésta. En 1941 Ciro Alegría
escribió
El mundo es ancho y ajeno, novela
en la cual abarcaba el abanico de los mundos opuestos entre
los que gozan el mundo constituido por sus intereses, en contraposición
de los
vencidos, que son relegados al margen de sus
decisiones y son empujados a obedecer o asumir este poder
que se les impuso en una guerra brutal.
³ La asociación de lo polisílabo en contraposición
de la idea de Un solo dios (monosilábico). Referido
en los apuntes de Blas Coll, este extraño lingüista
en busca del lenguaje único que pueda representarlo
como
ser existente en el mundo, de quien Eugenio
Montejo documenta la vida con notas y testimonios de lugareños
del pueblo en donde habitaba este ser venido de nadie sabe
dónde ni cuándo.
4 Ácimo respecto
a la alegoría del pan sin levadura, del cual también
León Felipe habla al dividir la vida
pasiva
de la vida
latente, y esta última como fruto
substancial del hombre. Ácimo o
ázimo
como adjetivo de la realidad cambiante. Digamos que el pan
ázimo es el alimento de la vida misma: es
cuando el
Ser es capaz de nutrir el Mundo.
5 Saber asumido en referencia
a la
fenomenología del espíritu de
Hegel donde plantea la
ciencia como el sistema mismo
del saber absoluto. Este
saber debe llegar a
sí
mismo, escribe, “si sólo al final el saber
absoluto es de una manera total él mismo”:
saber
que sabe: un círculo donde al mirarse en el espejo
se desconoce, y lo hace porque conoce su estado anterior al
presente. Es el devenir tal, en tanto llega a sí mismo
y se descubre re-constituido: nuevo. Entonces al retomar el
inicio de la búsqueda hacia
sí
no está
en y consigo mismo. Al cerrar el círculo,
sigue sin ser sí mismo, pues el trayecto lo ha cambiado.
Es el
ser un percutor de la idea de sí, y
de lo que deja de ser al encontrar su prefiguración.
Según Heidegger “el saber absoluto debe ser otro
al inicio de la experiencia que la conciencia hace consigo,
experiencia que, más aún, no es otra que el
movimiento, la historia donde acontece el llegar-a-sí-mismo
en el devenir-se-otro”.
6 Fausto Alzati Fernández hace referencia
a la presión de los convencionalismos que establecen
una estructura funcional para obtener
algo: así
la lógica burocrática anula al ser o
individuo
ante el prefijo existencial del
nombre como identificación
incuestionable de la identidad. Cito: “y cada que me
preguntan/mi fecha de nacimiento/y lugar/me pongo nervioso/podría
ser cualquier cosa/estoy siendo olvidado/desechado/lo voy
a decir mal/se me va a ir/un número/seré presa/de
una sospecha/insaciable/va sonar/como que tuve que me tuve
que acordar/que estoy fingiendo/que estoy mintiendo/requiero
recordar un código/una estructura psíquica/un
modo de obediencia/una historia/de la cual soy síntoma/una
histeria/y batalla/un espejo/que acompañan al nombre/y
número de pasaporte/se me va a olvidar/no lo voy a
poder explicar/pies y manos atadas/inyecciones de calmantes/electrochocks/y
miradas distantes/rápido, rápido/que sí
es tu nombre/—claro que es mi nombre güey/no te
pongas nervioso/—no estoy nervioso/No todo es cierto/—lo
sé, lo sé/y lo que es cierto/es inefable/al
menos.
7 Aludo al Monstruo, como Ideología, que
desde la óptica de Enrique González Rojo: “La
ideología, como una de las modalidades de la falsa
conciencia, presenta una forma y un contenido específicos:
su forma reside en su pretensión o apariencia de ser
verdad o resultar válida para todos; su contenido hace
referencia a los intereses de clase de la que en el fondo
es expresión. La ideología es deformante-conformante.
Deforma la realidad o parte de la realidad para conformar
o cohesionar la sociedad de acuerdo con los intereses de una
clase o un grupo de poder. Tiene, por tanto, un aspecto epistemológico
y otro sociológico: se distorsiona la realidad con
el objeto de cohesionar al todo social en función de
los intereses de una clase social o de un grupo de poder”.
Ese es el monstruo policéfalo.
8 En la tradición poética el poeta
recurrentemente busca revelarse a la Naturaleza, al concebirla
como dictatorial, pues asume es directa o indirectamente referencia
al tótem de la
madre. Vicente Huidobro escribe:
“
Non serviam. No he de ser tu esclavo, madre
Natura; seré tu amo”. Sin embargo la estructura
madre que rige la vida material, es una fórmula intangible.
Natura significa el orden de las cosas. La natura
en sí del humano es maleable en proporción
a su capacidad de trastocar su laberinto interno; de reconfigurar
el orden de los elementos que componen su percepción
del mundo. La Naturaleza es variable en base al orden en que
se procesan sus elementos, de tal modo que lo que muta es
la percepción de ésta, de acuerdo al sentido
en que la
persona ordena la materia. De ahí
se deriva el proceso reconstructivo de lo material.
9 El cartógrafo
tiene entre sus hojas sueltas un excelente pasaje que hace
referencia al misterio: en él la caja del misterio
es elaborada en un taller de Bagdad, de la dinastía
Abasidas. Los complejos motivos botánicos están
hechos de hilo de oro y piedritas color café, rojo,
amarillo y verde oliva —todo incrustado con clavos en
la madera de rosal. Todos esperan ansiosos que Drágor
abra la caja, para ver qué hay en ella. Ansiosos desesperan.
Hasta que Bógomil levanta con mano temblorosa la tapa
y
todos se abalanzan a ver el contenido: pero la
caja está vacía: la respuesta es: “La
caja no estaba vacía, en ella estaba el Misterio (…)
pero él tiene otra caja más (…) lleva
unas letras desconocidas por nosotros. Intercambiamos miradas
significativas. ¿Qué esconderá esta caja
nueva?”.
Atlas descritos por el cielo, México,
2003. Goran Petrovic.
Sexto Piso Editores.