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Reunidos los comensales, con mucho
esmero vistieron,
la mesa de Acción de Gracias y con el corazón
oraron, bendiciendo los alimentos
y en familia lo disfrutaron.
Una vez al año, tal vez, una vez al año
quizás en cada día ese evento fuese dado
y la reunión familiar fuese un don hermanado
en todas partes del mundo con fraternales abrazos.
Orar por las agonías que padecen a diario
pueblos enteros del mundo que no pueden celebrarlo
los niños tercermundistas donde sin un mendrugo de pan
ni caldo
y civilizaciones enteras que van perdiendo su estatus.
Día de Acción de gracias ya llegan los comensales
y alrededor de la mesa con suculentos manjares,
comparten sus ilusiones, sus vidas emocionales,
comparten risas y cantos lágrimas por quienes han marchado.
Demos las gracias, pues, después de haber rezado
y sacrificio pongamos a todo lo que con amor pidamos
cada sentimiento escrito en una postal con sello firmado
de nuestro puño y letra con versos del alma creados
para afianzar con fuerza nuestro espíritu ablandado
de tantas y tantas veces que conseguimos olvidarnos
pasadas celebraciones que nuestros ojos nublaron
que el día de Acción de Gracias cada día
sea labrado. |