|
Padre, ¿dónde
estás, porque te fuiste?,
no escuché tu último suspiro, ¡marchaste!,
y en mi mente los recuerdos...laten.
Padre, siempre fuiste permisible,
nunca a nada me obligaste,
con tus consejos aprendí, a guiarme.
Padre, ¡ cuánto te echo de menos!,
no sabes, ¡cuánto te extraño!,
si estuvieras hoy conmigo, a mi lado.
¡Padre, cuantas veces te nombré,
recordando cuanto tú me enseñaste,
a cada uno nos llegó, haciéndose palpable!
Construiste una gran familia,
con madre tú bien lo lograste,
no nos faltó nunca en la vida
ni sustento, ni techo ni hambre.
Fuiste un padre muy bueno,
a ocho hijos sacaste adelante,
siempre en mis recuerdos, te añoro,
Padre, porque tú fuiste ¡Grande!
|