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Padre, quiero que
me ayudes con esto
para poder desprender lo que siento,
para expresar mis agradecimientos
por tu amor y el esfuerzo,
por tus enseñanzas
siempre con las esperanzas,
de indicar el buen camino
a tus hijos, sin hacer distinción,
siempre con amor, como una tradición
nos palmeaba con tus callosas manos.
Padre hoy en tu día
como hijo agradecido,
pongo a Dios por testigo
en ésta recordatoria,
en la que brindo mi gratitud
con total plenitud,
para ti padre sin igual
que por amor a la familia,
esa que siempre tú defendías
siendo el más justo y parigual.
Mi corazón se estremece y lloró
cada vez que te recuerdo,
pues ya no te tengo
y no puedo decirte lo mucho que te quiero,
tantos recuerdos vuelan...en mi mente
todas aquellas cosas que debí decirte,
pero Dios te llevó junto a él
pues naciste para morir,
y moriste para vivir
por siempre en mi.
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