Me arde como chile untado en parte sacra, arde como llaga
reventada,
duele cual muela putrefacta, lástima como gónada
amputada.
No hay dolor que se compare,
a la turbación de nunca más besarte, no
hay órgano que en mí contenga, la terrible
necesidad de amarte.
Sucios versos mal rimados
son los que hoy por ti yo escribo;
en tu ausencia estoy presente, sin tu amor, estoy perdido.
Mentiras en tu oído tintinean, que sobre mi espalda
pesan,
con verdades ocultadas por la brisa, sorda estás
al amor que te alucina.