En esto consiste engañarse,
una densidad neutra
que tatúa códigos de tiempo sobre labios rotos.
Acústicas controladas, ensamblajes de ansias
comprimidas
en secuencias simétricas.
¿Por qué somos líneas descompensadas?
Mi corazón también es termosensible
y llora cuando sangra.
No soy una muñeca fría y protocolaria,
ni un buen despertar.
Una reverberación de recuerdos me impide escuchar
la música
Giran en la habitación las imágenes expiatorias
andrajosas y sin calor, masturbación ridícula,
Siempre supe que te secarías en la memoria, como
una herida
porque desde el primer momento doliste.
¿Cómo podría haber sabido de tu teoría
de la perfección?
Yo no era una virgen resplandeciente,
ni una promesa de éxtasis.
Tomaste mi luz sin preguntarme
para luego desecharla
como una placenta inservible.
El amor, tu extraño amor, me ha comido el corazón
a mordiscos imprecisos.
Amor negro, obtuso, murciélago embustero.
Sobreexpuesta a las obturaciones
ya no distingo entre el ramo de una novia
y una corona fúnebre.