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Peregrinos un día llegaron
a costas americanas
por sus indios fueron recibidos
y tratados de buena gana.
Durante un año aquel invierno
les trató inclementemente
más la amabilidad de sus aborígenes
les fue sirviendo de puente.
Buena cosecha ahora reciben
de las semillas que plantaron
lo celebran con una gran cena
entre aquellos que les ayudaron.
Hoy conmemoramos
brindando por la tradición
con un espumante de sidra
y por cada bendición.
¡Ya el pavo está en el horno!,
también el pastel de calabaza,
se reúnen amigos y familiares
a celebrar de nuevo en casa.
Se escuchan las acciones de gracias
a nuestro Dios y creador
por las bondades recibidas
y por la grandeza de su amor. |