No te inclines sobre
el canto…
Las hojas de otoño
No caen doradas de llanto
En su inmensa agonía…
Trae en las manos
Cientos de frutos del huerto
Comienza otro invierno
Después del invierno…
Haz con un cristal de agua
Sonidos de viento…
La noche negra e inmensa
Cierra sus ojos siniestros
Y tú te hallas tibio
Entre el silencio perpetuo
¡Llévame!.. |