Estás en > Mis repoelas > Colaboraciones

 
Teclear sin pensar en la mañana, poema de Adolfo Marchena

A

 
Alguien nos dirá,
pensando más allá
de los límites corporales,
que los caminos tiemblan
como la hoja seca
de una ausencia,
cuando buscamos bajo
las almohadas
los abrazos y los sueños
que como tiza
emborrona las paredes
con nuestros recuerdos
de cristal frio, grises,
cuando desde la lejanía
alguien nos dirá
que ya despertó el día
y tú cruzabas la calle.

B

Donde tú cruzabas la calle
y cerraban librerías,
como un búho en su estantería,
los poetas habrán leído
sus poemas mientras otros,
muy a lo lejos,
romperán sus promesas.
Javier Lostalé o Ángela Serna
o Ángela Mallén,
esta mañana, cuando el frío.
Y yo no pude acudir porque
sostenía la apartada orilla
de José Bergamín,
junto a otros libros,
mi letanía, mi sueño,
el sueño de aquella librera
que por decir
me dijo un día:
comencé de cero,
sin saber nada
.
Porque todo llega como un puñal
un dardo, una sentencia,
mi propio acopio en el poema:
no te preocupes, muchacho,
tú también lo aprenderás un día
.


C

¿Con qué frecuencia os veis?
Es indiferente.
El factor no altera el valor
del producto, lo sé, no,
final, no, determinante.

Para conciliar la palabra,
simplemente,
como un objeto, como un juego,
como la masa de los polos,
el sueño del frío.



Cinco poemas o más, de Adolfo Marchena de su libro "Los bolsillos de Rimbaud":

Teclear sin pensar en la mańana

A , B y C

Blanco, Negro azul

 


Página publicada por: José Antonio Hervás Contreras