|
|
Como una noche más, te vas, pero hoy decido seguir
tu sombra, los pasos no van a la oficina ni a una reunión
de última hora.
Luces de Neón acogen tu sombra y la mía.
escondida en la oscuridad te observo...
tus manos, con delicadeza,
colocan en tu rostro una máscara de carnaval.
Mis lágrimas caen como una cascada
y mi corazón se quiebra como el cristal;
como un autómata entro en el lugar,
cubro mi rostro y observo cuerpos desnudos,
tan sólo con máscaras.
Cojo la copa de bienvenida y dejo mi ropa
en una percha que me recuerda a un ahorcado.
Me asfixio.
Pero sigo adelante, escucho la música y
voy deslizando mis pasos, buscando tu mirada.
Noto una mirada en mi espalda y unos
dedos que se deslizan en mis hombros,
me giro y, estás ahí, esperando,
alzas la copa y me pides brindar. Sí brindo
quiere decir que acepto un encuentro casual.
Acepto.
Nuestro encuentro es fuego, lujuria, deseo,
sin ápice de amor por tu parte,
sólo las máscaras cubren mi dolor por la
traición de tus mentiras y desahogos sexuales.
Te sumerges en un duermevela, aprovecho
para coger mi vergüenza, mi dolor y mi ropa,
cubro mi cuerpo y tiro la máscara como.
si con ello podría borrar el encuentro.
Al llegar a nuestro hogar dejó que el agua
borre las marcas de tus caricias,
se lleve los besos pagados, el olor del momento...
la cama, me recibe acogiendo mi cuerpo roto,
me siento una muñeca de trapo, que tras
el paso del tiempo, se ha ido descosiendo
y ya no se puede componer.
Siento la puerta y llegas con tus zapatos
en la mano para no despertarme, te quitas
la ropa, te acuestas a mi lado,
me abrazas, yo te arrullo, te beso y susurro...
-amor, feliz noche de carnaval-.
|
|
|
Sentada en mi silla preferida
veo la gota de lluvia deslizarse en el cristal
como se desliza mi vida
en este cuerpo ya no tan joven.
Los perfumes de mi niñez
llegan como las flores más olorosas
y el sabor de esos dulces
preparados con amor por nuestros mayores.
Mis manos ya no ágiles,
siguen cocinando, tejiendo.
cada día ellas me sorprenden
con lunares diferentes que antes no estaban.
Aún recuerdo ese beso adolescente,
el encuentro sexual tras la madurez,
el olor a lavanda entre las sábanas de hilo,
el nacimiento de los que llegaron después.
Fotos en blanco y negro
llenan la caja de galletas,
¡cuántos momentos, una tras otra,
recuerdan rostros que ya se fueron!
Ahora nos regalan canciones,
nos provocan con atrevidos bailes,
nos hablan con libertad de sexo,
nos invitan a disfrutar de la vida.
El amor, la emoción,
el sentimiento, la diversión
no tienen edad - y yo me digo -
¡Vive!, porque nunca serás tan joven.
|
|
Selección de poemas de la escritora
© Manoli López Álvarez , elegidos por
la autora, para su publicación en la revista mis
Repoelas:
Dominó de emociones
~ : ~ Tras la máscara ~ : ~ Bilbao
|
|
|