|
Recorro
tu mirada lentamente
y encuentro en ella el alma sin atuendo,
tú no puedes negar que vas sintiendo,
lo he visto ya en tus ojos, frente a frente.
Renuncias por tu miedo, por el mientes
y se te va la vida ¡no te entiendo!
tú me amas pero te vas fingiendo,
que esta frío, tu corazón ardiente.
No quieres dar tu amor, hoy me lo niegas
y tengo por testigo a aquella luna,
que cada noche baja y me sosiega,
se posa en mi ventana, allí me acuna,
me trae cada suspiro que a ella entregas
y en cada madrugada, nos auna.
|