Cinco ebrios soles dan vida al maíz.
Cinco edades en el cosmos brillan.
Cambias la sangre por la vida.
Comes maíz por esperanza.
Con fuertes brazos de fuego, luces
en los anales de Cuatitlán.
Lluvia de fuego que bañas mis noches,
con el ímpetu de los pies de guerreros.
Ímpeto de guerrero, con invencible escudo
de oro.
Con tu místicos ojos que adornando el
calendario azteca, das paz a la eternidad
con tu sinfonía de rayos en energía.
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