Los
reflejos sin semblantes,
actúan sencillos, borrosos
transfigurados con repercusiones,
conectan a límite del borde escultural
sin formas exactas e imaginables.
Sus vidas de luz se colocan diluidas
unilateralmente en relieves,
cuando impulsos mueven las siluetas
aparecen sustituidas por otras,
donde huyen de toda oscuridad.