REGALO
DE CUMPLEAÑOS
Había estado toda la noche sin poder dormir. Por la
mañana cumplía dieciséis años
y al fin iba a conocer a la persona que más admiraba.
Ése sería el mejor regalo que podía imaginar.
Su madre, María, había hablado unos días
antes con Vicenta, la madre de su admirado e ilustre personaje,
y ésta le había dicho que ese día fuese
por la mañana temprano a su casa, que podría
conocer a su hijo y charlar unos minutos con él antes
de irse de nuevo de viaje.
A las ocho de la mañana golpeó con la aldaba
la puerta. La señora de la casa abrió y le invitó
a pasar.
– Pasa chiquillo, mi hijo está en su habitación
preparando su maleta, bajará enseguida, siéntate
un momento.
– Sí señora.
Estaba muy nervioso, tanto que apenas si podía estar
sentado.
Cuando lo vio entrar en la habitación y dirigirse hacia
él, saltó de la silla y se le quedó mirando
fijamente. El corazón le latía tan deprisa que
casi se le sale del pecho. Era tanta la emoción que
no sabía si podría hablar. |
– Hola muchacho, ¿qué tal estás?
– Bien señor.
– ¿Cómo te llamas?
– Me llamo Juan.
– Me han dicho que hoy es tu cumpleaños y que
te gusta mucho leer.
– Sí señor.
– Y también sé que te gustan mis libros,
¿verdad?
– Sí señor. |
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– Pues aquí te regalo uno, te lo voy a dedicar,
espero que disfrutes leyéndolo.
Haciendo un esfuerzo para que no se le saltasen las lágrimas,
recogió el libro con las manos temblando, y emocionado
le dio las gracias.
– Muchas gracias señor.
– De nada muchacho. Siento no poder quedarme más
tiempo contigo pero me marcho de viaje. El mes que viene estaré
aquí de nuevo y tendré más tiempo, si
quieres puedes venir y charlamos.
– Sí señor.
– Pues hasta la vista Juan.
– Adiós señor.
Ninguno de los dos lo sabía, pero esa sería
la primera y única vez que se verían. Ese día
cambiaría sus vidas para siempre.
Al salir a la calle, el joven abrió el libro para leer
la dedicatoria:
Poeta en Nueva York
“Con cariño para Juan.
Granada, 18 de julio de 1936
Federico García Lorca”.
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