Veo una rosa
y es tan hermosa
y es tan hermosa,
pero aún no es una rosa.
Huelo una rosa
y es su fragancia tan deliciosa
tan deliciosa,
pero aún no es una rosa.
Me rozan los pétalos de una rosa
y es a mi contacto tan venturosa
tan venturosa,
pero aún no es una rosa.
Escucho el sonido de una rosa
y es su armonía tan mentirosa
tan mentirosa,
pero aún no es una rosa.
Siento el gusto de una rosa
y es una delicia tan gustosa
tan gustosa,
pero aún no es una rosa.
Más eso sí, cuando el poema
escribe sobre una rosa,
solo entonces sí,
una rosa es otra cosa.