Se me va la vida a borbotones,
se me viene la muerte presurosa
y no hallo la flor entre mil flores
que vigile la boca quejumbrosa.
Todo es humo grisáceo del pasado
todo es cadencia de un fluir constante,
van los períodos del año apresurados
como mariposas prendidas en el aire.
Los estériles escritos de mi mano
han de frenarse en hora venidera
¿y a dónde irá tanto lamento vano?.
A llenar una oscura papelera…
destino del desdichado humano
que queda en simple calavera.