He cambiado mis zapatos
por el zaguán de tu mirada,
donde no necesito pasos
y mi alma duerme embrujada.
He vendido mil palabras
por comprar sonrisas nuevas
que regalarte en cada alba
y de mi amor sean la prueba.
He trocado mi camino
por seguir tu sombra luenga,
por convertirte en mi destino
que a tu lado mi vida emprenda,
que ya no quiero más sino
que a tu lado me mantengas.