De todos los hombres malditos
Que se hayan frente a la bella
Y son arrastrados por su hechizo
De todos los hombres malditos
que andan solos o en grupo
Tristes por el mundo
Perdidos por las calles
Pero ávidos de su carne
Pocos alcanzan a ver
Que son zombies.
De todos los hombres malditos
Que todavía no están muertos
Y cruzan lentos los cementerios
Pocos alcanzan a ver
Que son zombies
Y muchos menos todavía
Que ella es hermosa e insensible
y en su interior arden sus deseos
porque en las curvas de su cuerpo
se ha formado un enorme desierto
en el que todos ellos ignoran
Que son muertos vivientes
por un poder absurdo y maléfico
que ellos mismos crearon.