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De la nada nacer,
encontrarte en la vida,
despertarte de un sueño,
caminar por los senderos,
saber quién eres,
lo que quieres,
que tu corazón palpite,
contemplar como nace tu perrito,
que te lleven de la mano,
recibir un abrazo,
una simple sonrisa,
ver al alba,
a la aurora tan bella,
al horizonte lejano,
a la hermosura del mar,
acariciar a tu hermano,
besar a tus padres,
arrullar a tus hijos,
hincarte de rodillas
juntar tus manos,
sobre tu libro sagrado,
son hechos maravillosos,
que sin darnos cuenta,
podemos desarrollarlos,
sin pensar en los que no pueden hacerlo.
Y en el recogimiento de mi alcoba,
medito en ello,
con humildad de mente,
y doy gracias por ello.
Mientras, yo recojo mi ato,
a mis numerosos poemas,
mis hijos, mis padres, mis hermanos,
mi esposo y mis amigos,
me miro en mi espejo,
y descubro con orgullo,
que "mi acción de gracias",
tiene un volumen excelso,
porque mis plegarias,
si han llegado a los cielos.
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