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Ya se prepara este mundo
a recordar con ahínco,
como en cada Navidad,
el nacimiento del niño.
Todo reluce en colores
verdes rojos y amarillos,
cada rincón de la casa
adornado con primor.
Muy cerca de los pesebres,
feliz, un coro de niños,
con entusiasmo febril,
ensaya sus villancicos.
Llenos los escaparates
de juguetes prometidos,
con arbolitos repletos
de guirnaldas y soplillos.
Cada mesa está luciendo
Corona de Adviento ¡lindo!
Sin principio y sin final,
como nuestro amor a Cristo.
Esperan los corazones
para a Jesús dar abrigo,
hacer crecer la esperanza
y paz, que traerá consigo. |