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Sólo algunos
pudieron mirarle,
el nacimiento
había sido un evento
hecho
para ser visto,
sólo desde los ojos
de la inocencia.
El don de mirar
se filtró en sus pupilas,
se deslizó
como una esperanza
en un mundo obscuro,
sin recuerdos.
Desde los más sencillos
desde la tierra,
desde el pasto
que comen las ovejas,
las que ceden sus derechos...
Sólo algunos
pudieron mirar su estrella
desde el occidente
se proyectó su luz,
desde el alba
desde la albura de la noche.
Sólo algunos
pudieron mirarle...
fueron entonces,
aquellos quienes
pudieron encontrarle...
El nacimiento
de la navidad,
habían comenzado
entonces ,
desde que el aliento
del pequeño Jesucristo
fué exclamado
a través de la inmaculada pureza...
¡Exclamado aliento!
desde la cueva de las bestias... |