|
Nadie sabe cuándo
nació,
ni en qué momento,
sus alas desplego,
lo que bien es cierto,
y entre todos se cuenta,
con su magia cautivo,
a grandes y chicos,
por igual ilusiono,
se espera con vehemencia,
que no muera nunca,
y siga desenfundando su espada,
caracterizada en el grafito y papel,
contándonos historias de todo parecer,
de lo que bien pudo haber sido,
un amor imposible, que no deja de creer,
o un corazón maltratado,
que espera pronto volver.
No sé cuál sea tu historia,
pero la mía les cuento,
está atada con lo imposible,
una poesía tras otra,
una caricia que no se toca,
un verso al más allá,
y un corazón sediento,
en sus notas al pasar.
|