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Cargado de controversias y protestas,
con noticias que arquean las cejas y se cruzan los brazos,
gringos racistas, niños hambrientos, Islámicos
en guerra.
Se abren los closets, se quedan los hombres en las perchas,
y salen criaturas extrañas, simulando seres humanos,
el clima danza extrañamente, siguiendo ritmos locos,
desenfrenados.
Las canículas recrudecen, el sol abrasa, y la perra
copula con el sol,
se enquistan los cielos con los vientos, rasos, enardecidos,
violentos,
las lluvias se evaporan en los ojos de los infantes hambrientos.
Julio se quedará vibrando en las apasionantes entregas,
se llevará el frío de las corrientes, de los
lagos y los mares,
le pondrá chispas de poderosas antorchas que se encienden,
para vernos como participantes de un mundo decadente,
en carreras trepidantes al ocaso de nuestras civilizaciones,
salvo, si somos curados de la locura, de la demencia prepotente,
si paramos de correr tras sueños de grandeza y arrogancia,
si volvemos a ver al prójimo, amar al enemigo, bendecir
al que maldice,
Tal vez, quizás, nos sobrepongamos al desastre apocalíptico.
No sé… Quizás.
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