| |
Padre, te fuiste
con premura, se aceleró
tu partida de este mundo, no esperaste
mi llegada; y solo eran tan pocos días que
faltaban, para que pudieras arrullarme
entre tus brazos, apretarme junto a tu pecho,
y darme tu dulce calor, que emanaba de tú
corazón; sé muy bien que no deseabas partir,
sin antes conocerme, habías planeado tantos
juegos, que conmigo disfrutarías, mantenías
en tu bolsillo, un poco de dinero, ibas a las
tiendas, y nunca comprabas nada, te
embargaba la duda de que sexo sería.
Sonreías de emoción al pensar en mi llegada,
que pintabas de colores imaginarios, las
paredes del cuarto que me tenías preparado,
para mis descansos en el día y por la noche;
aprendiste a preparar ricas comidas, que un
día compartirías conmigo, entre juegos y
muchas risas….pero no estás aquí, te marchaste
y ni un adiós recibí de ti, solo me acompaña
tú fotografía, a la que por las noches, la beso,
y le pido al Dios que me mires de allá arriba.
|
