El poema titulado " El
pino solitario" es de composición
simple, secilla, pero que, no obstante, requiere una pequeña
explicación para que se pueda entender en su totalidad.
El pino en el camino hace
referencia al sentimiento de soledad que, en algunas ocasiones
embarga al autor del poema pero también evoca a uno
de los grandes pintores asturianos, Nicanor Piñole,
que escribió un breve poema que se iniciaba con estas
palabras: "Esta solo el pino en el camino..."
En las posteriores estrofas señalo, de una forma
sencilla, la muerte y la vida en constante lucha por la
existencia diaria, en este caso en un río cualquiera.
Alabo la vida de la fauna y flora acuática tanto
la que está al borde de la extinción (la tortuga)
como la más abundante (las truchas) y el contraste
entre la tranquilidad y belleza de sus riberas y aguas cristalinas
con la intervención destructora del hombre (el pescador).
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Está solo
el pino en el camino,
en el camino solo está un pino,
cerca de ese río cristalino.
Vida y muerte se mueven
entre remansos y corrientes,
muerte y vida al unísono se mueven.
La luz del atardecer penetra,
entre sus aguas eternas,
hasta el cieno del fondo de su cuenca.
Helechos y juncos verdes crecen
a ambos lados del río Noreña,
mientras, avellanos florecen.
Una tortuga fluye lentamente
para pararse en la superficie,
inmóvil se queda a contracorriente.
Tres orondas truchas veo
moverse raudas, entre sus aguas,
mirando hacia el cielo.
En el cielo azul de primavera,
la rana canta al sol, croa,
confundida entre el color de la pradera.
Todo es tranquilidad y belleza
hasta que un pescador se aproxima,
se acerca a su vereda.
Desde la otra orilla del río
las artes mortíferas del pescador,
se echan al río con brío.
Caña, carrete, anzuelo y sedal,
a las tres truchas pretende pescar,
el pescador con su material infernal.
Las truchas caen en el anzuelo
tragándose la mosca,
engañadas por el señuelo.
La lucha a muerte comienza,
las truchas sangre por la boca echan,
el agua se tiñe bermeja.
Vida y muerte se mueven
entre remansos y corrientes,
muerte y vida al unísono se mueven.
Está solo el pino en el camino,
en el camino solo está un pino,
cerca de ese río cristalino,
como decía el inmortal Piñole
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