|
Estoy sola...
pero en este momento casi eterno
no siento la soledad,
los recuerdos no me lo permiten.
Frente a la majestuosidad de este árbol,
imagino la figura de aquel hombre
que a su sombra hoy descansa.
Traigo una mochila conmigo
de sueños y frustraciones,
y esta angustia de siempre,
tal vez heredada.
Me reflejo en su imagen,
para bien y para mal,
desde sus raíces más profundas,
nací yo, frágil rama.
Desnudo ante ti, lo que soy,
siento que puedes comprenderme,
y una ráfaga de viento tibio
trae tu voz que me acaricia.
Y me voy en paz,
sintiendo una vez más,
hoy mi padre... está conmigo.
|