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Tengo
un corazón que rima
con los versos de mis penas,
que vuela por el verde de las aguas
aunque no le dejen sus piernas, ...
que nada en ese mar, ansioso,
aunque su cuerpo estremecido,
de doloras entumecido,
no nada por huir de su mundo,
mas sí por llegar a la arena.
Su orbe, introspectivo,
hace un verso de su dolor.
Tengo un corazón de sierva,
de muchos amores
y de un solo amor.
Tengo un corazón de tristezas
que suspiran en sus latidos,
y unas alas rotas,
heridas por el orgullo.
no puede caminar el corazón
sobre las piedras, su yugo.
Dormido, duerme, dormido,
por no sentir más temores,
almas que le gritan : Vuela...,
mas su mundo yace herido.
Tengo un corazón que perfuma
con esencias de amapolas
y fresca hierba,
con aceites que se funden entre velas,
pero en su pecho, con comentos
que ciegan su mirada
a la ventana abierta,
allí, donde se dejan ver
las mieles, la dulzura, la belleza.
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