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Tú, a quién amo,
te sostengo en la mirada
el límite del amor.
Tú, a quién amo,
envuelves mi silueta en cada paso
y empujas mi cuerpo al vuelo más alto
Tú, a quién amo,
serás mi todo, mi mundo sin espera.
Te doy mis manos,
el punto que marca muestro encuentro,
la coma que se busca en el poema.
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