|
Ahora todo tiene precio. Espero
que no me cobren por mirar al cielo.
No imagino una nube etiquetada,
ni tener que hacer cola en las rebajas
para comprar un kilo de penumbra.
Sería extraño recibir factura
por adquirir un rayo de tormenta,
pagar por respirar entre la niebla
o conseguir estrellas en el Rastro.
Ahora todo tiene precio, años
caducados y fechas de consumo,
fin de existencias, bienes y otros lujos...
tengo la cuenta entera para mí,
el alquiler a solas, ser feliz
en un asiento triste de autobús
y mirar al cristal sin estar tú
|