Después de tanto tiempo
--lo que tardas en ir
y volver de la cocina
al comedor contiguo--
tu presencia
--brilla en tu mano
como antorcha prendida
un vaso de agua--
me recuerda
cuán bello podría ser el mundo
Una vez escribiste el otoño
es una primavera triste.
Y ahora comprendo: al atardecer,
octubre, y tú bajo la lluvia.
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