Guarda en el olvido
el cadáver de este orgasmo.
Entiérralo en un cajón
y busca su espíritu
cuando el viento
te golpee con señales de distancia.
Guarda el vestigio de vida
y dedícale unos versos
cuando tu ferocidad me exhume
añorando el contacto.
(Plaqueta Cuatro poemas)
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