Te regalo naufragar
siempre en tus costas,
una isla que carezca de maldades,
que los frutos se alimenten de los sueños
y en los árboles crezcan siempre navidades.
Te regalo golondrinas en el pelo,
que se llevan en sus viajes tus pesares,
una cueva recubierta de rubíes
que iluminen el tesoro de tu alma.
Te regalo una canasta de delirios,
un mantel de exquisitas realidades,
una copa infinita de ambrosía,
de las hadas la locura de sus actos. |